La adolescencia es una etapa de profundos cambios y descubrimientos. Es un momento en el que los chavales se enfrentan a una serie de transformaciones tanto físicas como emocionales que pueden generar confusión y malestar. Sin duda, uno de los desafíos más significativos que enfrentan los adolescentes es la llamada «crisis de identidad«. Por eso, trataré de abordar este tema de manera sencilla para que, como padres, podáis entender la crisis de identidad en los adolescentes, qué implica y cuáles son los síntomas a los que debéis estar atentos. Además, explicaré brevemente el impacto de las redes sociales y el efecto post pandemia en esta crisis y cómo podéis ayudar a vuestros hijos a transitar este periodo de cambios.
Fundamentos importantes para entender la crisis de identidad en los adolescentes
Para comprender la crisis de identidad en los adolescentes, es útil remitirse a las investigaciones de Erik Erikson, un destacado psicólogo germano-estadounidense que definió conceptos clave en el desarrollo humano. Planteó que la identidad del yo se forma a lo largo de la vida y que la adolescencia es una época crítica en este proceso. Según Erickson, la identidad del yo no solo es una construcción consciente, sino que también involucra aspectos inconscientes y sociales. Durante la adolescencia, los chavales experimentan una crisis de identidad cuando sienten un desajuste entre cómo se ven a sí mismos y cómo son percibidos por los demás.
¿Qué es una crisis de identidad?
Básicamente, la crisis de identidad en los adolescentes se refiere a un periodo en el cual los jóvenes cuestionan profundamente el sentido de quiénes son. Esta etapa puede venir acompañada de malestar emocional, dudas acerca de su propio valor y una sensación de vacío.
Sin embargo, es importante destacar que las crisis de identidad son parte natural del proceso de formación de la personalidad. Es decir, no necesariamente indican un trastorno. Aunque estas crisis son transitorias, es fundamental que los padres estén atentos para brindar el apoyo necesario.
¿Cómo es la crisis de identidad en la adolescencia?
Ciertamente, la adolescencia es una etapa especialmente vulnerable para la crisis de identidad debido a los cambios físicos, psicológicos y emocionales que experimentan los jóvenes. Esta suele presentarse entre la adolescencia temprana y la adolescencia media.
A lo largo de estos periodos, los chavales enfrentan el desafío de definirse a sí mismos en un mundo que a menudo parece exigirles cumplir con ciertos estándares y expectativas. Además, carecen de las habilidades emocionales necesarias para lidiar con esta crisis, lo que puede llevar a problemas más graves si no se aborda adecuadamente.
¿Cuáles son los síntomas de una crisis de identidad?
Si bien, cada individuo experimenta la crisis de identidad de manera única, existen síntomas comunes que pueden ser indicativos de este proceso. Los adolescentes en crisis de identidad pueden manifestar síntomas como:
- Ansiedad.
- Sentirse perdidos y desorientados.
- Experimentar un vacío existencial.
- Padecer fatiga constante.
- Estar tristes o deprimidos.
- Tener dificultad para tomar decisiones.
- Desarrollar inseguridades.
- Falta de confianza en sí mismos.
- Compararse constantemente con los demás.
- Perder la motivación.
- Experimentar cambios emocionales abruptos.
¿Cómo influyen las redes sociales en la crisis de identidad?
Las redes sociales, aunque han conectado a las personas de manera global, también han influido en la forma en que nos vemos a nosotros mismos. En efecto, la priorización de imágenes y la búsqueda constante de validación a través de «likes» y seguidores pueden generar una presión para ajustarse a estándares de belleza y éxito poco realistas.
Asimismo, la exposición a imágenes editadas y filtradas puede distorsionar la percepción de la propia imagen corporal y generar inseguridades. Por otro lado, la falta de interacción real en las redes sociales puede limitar la capacidad de simbolización. Esto dificulta la aceptación de la realidad tal como es.
Efecto post pandemia
A decir verdad, la pandemia global trajo consigo una serie de cambios y desafíos sin precedentes, y los adolescentes no fueron inmunes a sus impactos. Según UNICEF, durante este periodo, los jóvenes experimentaron una constante contención, marcada por normas y reglas que limitaron sus interacciones sociales y sus experiencias propias de la adolescencia. La privación de momentos únicos, como fiestas, campamentos, celebraciones de graduación y encuentros informales con amigos, generó un sentimiento de pérdida en esta etapa crucial de sus vidas.
Al respecto, la percepción del tiempo en los adolescentes es diferente a la de nosotros los adultos. Ellos experimentan intervalos que parecen avanzar rápidamente en algunos momentos y en otros se extienden interminablemente. Por esta razón, el confinamiento, la ausencia de interacciones sociales espontáneas y el cambio abrupto hacia la virtualidad transformaron la forma en que experimentaron el mundo durante la pandemia. Esto puede haber aumentado el riesgo de aislamiento, ansiedad y estrés, afectando su salud mental y bienestar emocional.
Después de meses de restricciones, las consultas con profesionales de salud mental aumentaron significativamente. Evidentemente, la ansiedad, tristeza, rabia, frustración, problemas para dormir y trastornos alimentarios son cada vez más comunes entre los adolescentes. Los efectos de la pandemia han contribuido al surgimiento y la exacerbación de estos problemas emocionales. En consecuencia, es importante gestionar de manera adecuada la crisis de identidad que muchos de ellos siguen experimentando.
¿Cómo tratar la crisis de identidad de vuestros hijos?
Como dijimos, una crisis de identidad en los adolescentes es un proceso normal en el desarrollo de cada individuo. Aun así, para que este proceso sea saludable y no derive en patrones tóxicos de pensamiento, es crítico brindar un entorno de comprensión y apoyo. Aquí os proporciono algunas recomendaciones para una comunicación efectiva con los adolescentes en crisis:
- Practicar la escucha activa: Escuchar con empatía y sin emitir juicios es fundamental. Validar las emociones de los adolescentes y transmitirles que sus preocupaciones son importantes fomenta la apertura y la confianza en la relación.
- Dar espacio a las emociones y a la reflexión: Validar y poner nombre a las emociones de los adolescentes les permite sentirse comprendidos y seguros. Invitarles a reflexionar sobre sus sentimientos y experiencias promueve el autoconocimiento y el sano ejercicio de la reflexión.
- Evitar el juicio y la reprensión: Evitar juzgar o reprender sus pensamientos o comportamientos es clave para mantener una comunicación abierta. Más aún, fomentar su expresión auténtica sin temor a ser castigados o rechazados fortalece la relación.
- Reforzar lo positivo: Reconocer y reforzar el comportamiento positivo es esencial para mantener una comunicación saludable. En lugar de centrarse en los errores, enfocaos en resaltar lo que está funcionando y expresad satisfacción por su esfuerzo.
- Promueve un uso adecuado de las RRSS: Desde luego, es relevante regular las conexiones a estas plataformas y advertir los peligros de seguir tendencias e imposiciones compartidas en estas.
- Transmitir apoyo incondicional: Hacerles saber que siempre estaréis allí para apoyarles, independientemente de los resultados, fortalecerá su confianza en vuestro apoyo.
Si lo anterior no resulta, puedo ayudaros
Si a pesar de los esfuerzos de apoyo y comunicación, la crisis de identidad persiste y genera un malestar agudo en el adolescente, lo más indicado es buscar ayuda profesional. Precisamente, las terapias especializadas ofrecen herramientas para gestionar las emociones, frustraciones y expectativas de manera saludable. En este sentido, las crisis de identidad pueden ser una oportunidad para el autodescubrimiento y la introspección.
Soy Mercedes Cimas, psicóloga clínica especializada en adolescentes y puedo ayudaros. Concretamente, mi enfoque se centra en proporcionar un ambiente seguro y confidencial donde los adolescentes puedan explorar sus pensamientos y emociones. Mediante la terapia presencial o indirecta, en un máximo de seis sesiones, ayudaré a vuestros adolescentes a desarrollar estrategias para afrontar esta etapa. Por igual, los apoyaré en el proceso de mejorar su percepción de sí mismos y encontrar un sentido de identidad sólido.
Os preguntaréis: “¿Terapia indirecta? ¿De qué nos hablas?” Pues sí. No importa si vuestro hijo no quiere venir a la consulta. Puedo tratar la crisis de identidad en los adolescentes con terapia indirecta, proporcionándoos instrucciones precisas de acciones a aplicar en casa. Poneos en contacto conmigo para sesiones presenciales en mi consulta de Palma de Mallorca o mediante vídeollamada.