Como psicóloga clínica especializada en terapia para adolescentes, entiendo las inquietudes que surgen al observar cómo las notas y la presión académica afectan a los jóvenes en su día a día. Por esta razón, quiero hablar ahora del porqué de esta presión, cómo afecta a los más jóvenes y las consecuencias que pueden surgir. Mi intención es compartir contigo algunas herramientas para lograr que tus hijos tengan una actitud positiva hacia el rendimiento académico.
Notas y presión académica. ¿Por qué se agobian los chavales?
En realidad, la presión académica no es simplemente una carga impuesta por los estudios; es una sensación de estrés que experimentan los estudiantes al sentirse compelidos a alcanzar altas calificaciones. Desde la primaria hasta la universidad, esta presión se manifiesta de diversas formas. La influencia de amigos, familiares y maestros, así como el ambiente competitivo, contribuyen a este fenómeno.
De hecho, la competencia por limitadas plazas universitarias agudiza la presión, creando un entorno desafiante. Para algunos adolescentes, el futuro profesional parece depender de sus calificaciones, convirtiendo cada evaluación en un paso crítico. Este deseo constante de obtener resultados positivos puede generar una espiral de presión creciente, afectando la salud mental y emocional de los jóvenes.
Notas y presión académica en el bachillerato y sus consecuencias
Durante los dos años de bachillerato, muchos estudiantes enfrentan la presión de alcanzar las calificaciones necesarias para ingresar en la carrera de sus sueños. Esta etapa, aunque breve, puede acarrear consecuencias significativas para los jóvenes. A menudo, observamos, que los adolescentes están en un estado de nerviosismo permanente que afecta su calidad de sueño y su capacidad para desconectar de las responsabilidades académicas.
Ciertamente, notas y presión académica llevan a algunos jóvenes a sacrificar sus aficiones y actividades recreativas para concentrarse exclusivamente en los estudios. La sensación de que cada minuto cuenta se apodera de ellos, generando culpabilidad cuando no pueden mantener el ritmo exigido. Este enfoque desmesurado en el rendimiento académico puede resultar en un desequilibrio perjudicial tanto físico como emocional.
Las consecuencias más visibles
El nerviosismo constante puede manifestarse de diversas maneras, desde aspectos físicos como palpitaciones y problemas en la piel hasta cambios significativos en el peso corporal. A nivel cognitivo, los estudiantes pueden experimentar falta de concentración y dificultades para comprender los contenidos, mientras que en el plano emocional, la desmotivación y los sentimientos de incapacidad pueden convertirse en compañeros constantes. Por igual, la presión académica está identificada como causa de problemas de ansiedad y depresión en la adolescencia.
¿Cómo gestionar el binomio notas y presión académica en los adolescentes?
La adolescencia es una etapa crítica en el desarrollo de los jóvenes, donde la presión académica puede ser abrumadora. Sin embargo, es fundamental reconocer que esta presión no tiene que ser un peso insostenible. Como padres, tenemos la oportunidad de guiar a nuestros hijos hacia una gestión positiva de esta situación. En función de esto, comparto contigo estrategias prácticas para que las notas y la presión académica no se conviertan en un quebradero de cabeza para tus chavales y para ti.
Motivación, planificación, horario y desconexión
- Importancia de la motivación personal. En primer lugar, es esencial fomentar una motivación intrínseca en nuestros hijos. Más que la búsqueda constante de ser el mejor de la clase, debemos alentarlos a que vean el éxito como un proceso continuo de crecimiento. Transmitirles la idea de que cada esfuerzo cuenta, independientemente de los resultados, contribuirá a una actitud más positiva hacia el rendimiento académico.
- Evitar comparaciones. “No entiendo por qué no eres tan inteligente y aplicado como tu primo Roberto”. Si le hablas así a tu hijo, ¡cuidado! Comparar a nuestros adolescentes con otros puede hacer que tengan una percepción errónea de sí mismos. En lugar de centrarnos en las comparaciones, debemos enfocarnos en sus fortalezas y habilidades individuales. Cada chaval tiene su propio ritmo y potencial, y reconocer esto fortalecerá su confianza.
- Planificación efectiva. En efecto, ayudar a los adolescentes a planificar sus estudios es fundamental. Aunque algunos son capaces de organizarse solos, el estrés puede bloquear a muchos, haciendo necesaria la ayuda externa. Motivarlos a entender la importancia de la constancia y evitar dejar todo para el último momento es clave. La carrera académica es una maratón, no una carrera de velocidad.
- Establecer un horario saludable. Desde luego, en medio de este maremágnum de notas y presión académica, es necesario que los jóvenes tengan tiempo para descansar, participar en actividades recreativas y disfrutar de sus pasatiempos. Estos momentos de desconexión son esenciales para mantener un equilibrio mental necesario que les ayude a enfrentar los desafíos académicos. No subestimes el poder de disfrutar de aficiones, técnicas de relajación y el apoyo social en este proceso.
Metas realistas, énfasis en el aprendizaje, descubrimiento de talentos y apoyo
- Establecer metas realistas. Por otro lado, comunicar de manera clara que el fracaso no es algo negativo, sino parte del proceso de aprendizaje, es indispensable. Animar a los adolescentes a establecer metas realistas y a aprender de los errores contribuirá a una mentalidad más positiva hacia el rendimiento académico.
- Valorar el proceso de aprendizaje. Mejor que enfocarnos únicamente en los resultados finales es enseñar el valor de la concentración y la profundidad de conocimientos. Entender que aprender es un proceso continuo y apasionante puede cambiar la perspectiva de nuestros hijos hacia la educación.
- Exploración de intereses personales. Sin duda, cada adolescente es único, con talentos e intereses individuales. Apoyar la exploración de las diversas áreas dentro del programa del bachillerato permitirá a los jóvenes desarrollarse a su propio ritmo. Además de aliviar la presión, este descubrimiento de talentos también fomenta el crecimiento personal.
- Colaboración en la resolución de problemas. Si un tema o área resulta especialmente difícil, ofrecer ayuda práctica puede transformar la experiencia en un aprendizaje significativo y divertido. Además, apoyar a los adolescentes en la búsqueda de ayuda externa, ya sea mediante profesores privados o grupos de estudio, es una estrategia valiosa.
Apoyo positivo, no a los rumores y orientación vocacional
- Apoyo positivo. Cultivar un entorno de apoyo positivo es clave. Al respecto, reconocer y celebrar los pequeños logros refuerza la confianza en sí mismos de los adolescentes y los motiva a seguir esforzándose. Una actitud positiva puede marcar la diferencia en su bienestar emocional.
- No a los rumores. Recomendar a los adolescentes que eviten escuchar información perjudicial o rumores relacionados con sus aspiraciones académicas y sus capacidades puede proteger su bienestar emocional. Asimismo, fomentar la concentración en sus propios esfuerzos y logros, en lugar de compararse con los demás, contribuye a una mentalidad más centrada y saludable.
- Orientación vocacional. La incertidumbre sobre el futuro puede ser estresante. En este sentido, solicitar la ayuda de orientadores escolares o profesionales en la materia puede proporcionar información valiosa sobre las opciones educativas y profesionales disponibles. Reducir la incertidumbre es clave para disminuir el estrés.
¿Tienes dificultades para ayudar a tus hijos a abordar notas y presión académica?
Como ves, gestionar la presión académica en los adolescentes es un proceso gradual que requiere sensibilidad por parte de padres y educadores. Al adoptar un enfoque proactivo y alentar un equilibrio saludable entre el esfuerzo académico y el bienestar emocional, podemos guiar a los adolescentes hacia una actitud positiva. En definitiva, hacer que sientan orgullo por su esfuerzo y capacidad de aprendizaje les ayudará a desarrollar una actitud equilibrada y saludable hacia el éxito académico.
Ahora bien, si los problemas derivados de una excesiva preocupación de tus hijos por las notas y presión académica se salen de control, puedo ayudarte. Soy Merche Cimas, psicóloga clínica especialista en terapia breve e indirecta para adolescentes, con más de 15 años de experiencia. Contáctame para sesiones presenciales en Palma de Mallorca o vía videoconferencia desde donde estés.