Como psicóloga clínica especializada en adolescentes, quiero abordar un tema crítico que preocupa a muchos padres: la depresión en adolescentes. En esta ocasión, te invito a explorar los elementos básicos para comprender este trastorno y a conocer las diversas causas que pueden desencadenarla. Mi objetivo es proporcionar información clara y sencilla que te ayude a identificar posibles signos de alerta y aplicar las mejores herramientas para apoyar a tus hijos si la depresión aparece en sus vidas.
Elementos básicos para entender la depresión en adolescentes
Para empezar, la depresión en adolescentes es un trastorno mental que afecta la forma en que los jóvenes piensan, sienten y se comportan. Se manifiesta con síntomas persistentes de tristeza y pérdida de interés en actividades cotidianas. Aunque la depresión puede afectar a personas de todas las edades, los síntomas varían entre adolescentes y adultos y puede llegar a agravarse.
Durante la adolescencia, los cambios físicos, cognitivos y sociales así como las notas y presión académica pueden convertirse en factores estresantes significativos. Es fundamental diferenciar entre las variaciones conductuales típicas de esta etapa y la depresión, que puede limitar el desarrollo y afectar negativamente el futuro de un adolescente. Afortunadamente, la depresión en esta etapa de la vida responde bien al tratamiento y es esencial buscar la ayuda de expertos ante cualquier duda.
Causas de la depresión en adolescentes
A decir verdad, la causa exacta de la depresión en la adolescencia aún es desconocida, pero se han identificado varios factores que pueden contribuir a su desarrollo. Estos incluyen:
- Neuroquímica cerebral: Los neurotransmisores, sustancias químicas en el cerebro, transmiten señales a diferentes partes del cuerpo y al propio cerebro. Cualquier anormalidad o alteración en estas sustancias químicas pueden cambiar la función de los receptores y el sistema nervioso, generando la depresión.
- Hormonas: En efecto, los cambios en el equilibrio hormonal durante la adolescencia pueden influir en el desarrollo o desencadenar la depresión en algunos casos.
- Rasgos hereditarios: Por otro lado, existe una predisposición genética que hace a la depresión más común en personas con antecedentes familiares de este trastorno.
- Trauma en la primera infancia: Experiencias traumáticas, como el abuso físico o emocional, pueden provocar cambios en el cerebro que aumentan el riesgo de desarrollar depresión en adolescentes.
- Patrones aprendidos de pensamiento negativo: La depresión puede asociarse con la adquisición de estilo de pensamiento negativo, llevando a los adolescentes a sentirse inútiles en lugar de capaces de enfrentar los desafíos de la vida.
Síntomas y signos de alerta de la depresión en adolescentes
Desde luego, identificar los síntomas y signos de alerta de la depresión en adolescentes es esencial para ofrecer el apoyo necesario y oportuno. Los cambios en la actitud y el comportamiento son indicadores importantes que pueden manifestarse en diversas áreas de la vida del adolescente, ya sea en el entorno escolar, social o familiar. A continuación, explicaré algunos de los síntomas más comunes que los padres deben observar:
- Anhedonia. Este término describe la pérdida de interés y disfrute en actividades que solían ser placenteras. Al respecto, los adolescentes pueden mostrar apatía y falta de motivación, incluso en situaciones sociales que antes les resultaban agradables. Este síntoma puede ir acompañado de una insatisfacción general hacia actividades cotidianas como socializar con sus amigos.
- Quejas somáticas. ¡Ojo con esto! Los adolescentes deprimidos pueden expresar malestar mediante quejas físicas, como dolores de cabeza, tensión en el cuello o espalda y molestias abdominales. Ciertamente, estas quejas pueden ser una forma de manifestar emociones negativas, ya que aún están desarrollando estrategias efectivas de expresión emocional.
- Irritabilidad y estallidos de ira. Por increíble que parezca, estos comportamientos son frecuentes en adolescentes deprimidos. A diferencia de los adultos, los cambios en los sistemas noradrenérgico y serotoninérgico pueden contribuir a estos comportamientos, afectando la capacidad del adolescente para manejar el estrés de manera adecuada.
- Susceptibilidad y aislamiento social. Los adolescentes deprimidos pueden volverse más sensibles a la crítica y mostrar una mayor susceptibilidad. Además, tienden a aislarse socialmente, retrayéndose de amigos, familiares u otras personas cercanas. El deseo de estar solo es una señal importante a tener en cuenta.
- Astenia. Experimentar una sensación constante de cansancio físico a lo largo del día es otro síntoma asociado a la depresión en adolescentes. Sin duda, este agotamiento puede afectar negativamente su rendimiento académico y su participación en actividades diarias.
Otros signos de la depresión en adolescentes que puedes detectar
- Sentimiento de tristeza o desánimo. Los adolescentes deprimidos pueden experimentar un profundo sentimiento de tristeza que les genera ganas de llorar con frecuencia y a cualquier hora del día.
- Problemas de sueño y alimentación. ¿Has notado que tu chaval/a adolescente tiene dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos, sueño no reparador y cambios en sus hábitos alimenticios? Por si no lo sabías, estos también son síntomas comunes de la depresión en adolescentes. Tales patrones pueden variar, desde insomnio hasta un aumento en las horas de sueño como una forma de evadir las emociones negativas.
- Dificultad para concentrarse y olvidos frecuentes. La depresión puede afectar la capacidad de concentración y memoria de un adolescente. Esto se refleja en olvidos frecuentes, pérdida del hilo de las conversaciones y dificultad para tomar decisiones, lo que igualmente afecta su rendimiento académico.
Conductas e ideas riesgosas que no puedes pasar por alto
Aparte de los síntomas mencionados, los adolescentes deprimidos pueden mostrar conductas y pensamientos de alto riesgo que requieren especial atención por parte de los padres:
- Consumo de sustancias. Algunos adolescentes recurren al consumo de alcohol o drogas como una forma de anestesiar sus problemas emocionales. En este sentido, es importante intervenir a tiempo, pero de forma estratégica si le pillas fumando un porro o bebiendo. Como lo aconsejo en mi artículo Tabaco y adolescencia, no debes reprenderlo, asustarlo o castigarlo. Por el contrario, es mejor propiciar un diálogo sin acusaciones, demostrando tu preocupación y ofreciéndole apoyo.
- Ideas y expresiones relacionadas con la muerte. Deseos de desaparecer o dejar de vivir, a viva voz o escritas, son señales alarmantes que indican una profunda angustia emocional. De igual modo, la ideación autolítica, o deseo de hacerse daño físicamente y las autolesiones en adolescentes evidentes, también son signos de alerta.
- Conductas de alto riesgo. Algunos adolescentes deprimidos pueden participar en conductas de alto riesgo, como robar tiendas, conducir de forma temeraria y hasta tener relaciones sexuales sin protección.
Factores de riesgo de la depresión en adolescentes
Normalmente, todos estos síntomas no surgen de la nada. Diversos factores aumentan la probabilidad de que un adolescente experimente depresión. Es esencial que los padres estén conscientes de estos factores para intervenir y proporcionar el apoyo necesario:
- Problemas que afectan la percepción de sí mismo. La obesidad, malas relaciones con compañeros, acoso prolongado o dificultades académicas pueden impactar negativamente en la forma como el adolescente se ve a sí mismo.
- Exposición a la violencia. Por otra parte, ser víctima o testigo de violencia, como abuso sexual o físico, aumenta el riesgo de depresión en adolescentes.
- Otras condiciones de salud mental. Tener trastornos como bipolaridad, ansiedad, personalidad, anorexia o bulimia también contribuye al riesgo de depresión.
- Problemas de aprendizaje o TDAH. Igualmente, las dificultades en el aprendizaje o trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden ser factores desencadenantes.
- Sufrir enfermedades físicas crónicas como cáncer, diabetes o asma también aumenta el riesgo.
- Rasgos de personalidad. Una pobre percepción de sí mismo, la dependencia excesiva de la opinión de los demás, una autocrítica severa y pesimismo son rasgos que pueden contribuir a la depresión.
- El consumo de sustancias, como alcohol, nicotina o drogas es un factor de riesgo adicional.
- Identidad LGBTQ. Ser gay, lesbiana, bisexual o transgénero en un entorno no solidario aumenta la vulnerabilidad a la depresión.
Por supuesto, no podemos obviar los antecedentes familiares, eventos estresantes recientes y problemas en el hogar que también influyen en la depresión en adolescentes.
¿No puedes gestionar la depresión de tu hijo/a adolescente?
La detección temprana y el apoyo adecuado son fundamentales para abordar estos factores y ayudar a los adolescentes a superar la depresión. Como he dicho en otros artículos, el diálogo constructivo, enseñar técnicas como la meditación, promover el ejercicio físico y las actividades en familia son esenciales para abordar problemas como el que nos ocupa.
Sin embargo, en muchos casos la situación es muy compleja y difícil de asumir. Si en algún momento crees que no tienes capacidad para afrontar eficazmente la depresión de tus chavales adolescentes, no te sientas culpable. ¡Busca ayuda profesional!
Soy Merche Cimas, psicóloga clínica, especialista y con más de 15 años de experiencia en Terapia Breve Estratégica Infanto-Juvenil. En solo seis sesiones puedo ayudarte a lograr cambios significativos en el comportamiento de tu hijo/a, sin necesidad de que él/ella venga a la consulta. Esto es posible con la terapia indirecta para adolescentes que puedo aplicar con tu ayuda y la de otros miembros de la familia como co-terapeutas.
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