Si has leído mis post en este blog o visto el contenido que comparto en Instagram, sabes que recomiendo no permitir que los más jóvenes tengan móvil propio antes de los 14 años. El uso frecuente de estas herramientas por debajo de este umbral de edad es una de las causas del trastorno que abordaremos en esta ocasión. Me refiero a la adicción a las redes sociales en adolescentes.
En contraste con mi recomendación como psicóloga clínica especializada en adolescentes, la realidad es preocupante. Un estudio reciente coordinado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad en 15 colegios de la Comunidad de Madrid reveló, entre otros datos, que:
- En el último ciclo de Primaria, el 61% de los alumnos ya posee un móvil propio. Mientras que en el primer curso de Secundaria la cifra asciende al 84%.
- Asimismo, el 34% de estos chicos cuenta con varios perfiles en redes sociales. De ellos, el 54% tiene algún perfil público, sin privacidad, y el 42% tiene datos falsos, particularmente de su año de nacimiento, para tener acceso a contenido restringido a su franja de edad.
En un mundo donde la tecnología y la conectividad son parte integral de la vida cotidiana, es esencial comprender los desafíos que enfrentan nuestros jóvenes. Como padres, debemos buscar la manera de ayudarles efectivamente a hacer un uso saludable de las redes sociales.
¿Qué es la adicción a las redes sociales?
En realidad, la adicción a las redes sociales es más que simplemente pasar tiempo en plataformas digitales. Hablamos de una conducta repetitiva hasta el punto de salirse de control llevando al afectado a dedicar un tiempo excesivo a estas plataformas. Aunque no se trata de una adicción química, como la provocada por el alcohol o las drogas, sus efectos pueden ser igualmente impactantes. Los jóvenes que experimentan esta situación pueden ver afectada no solo su vida social, sino también su rendimiento académico y su bienestar emocional.
Más aún, pese a que muchos adolescentes no reconocen su adicción, muestran síntomas claros de síndrome de abstinencia cuando les restringen el acceso a sus perfiles sociales. En concreto, esta limitación puede producir cambios de humor, nerviosismo y depresión, entre otros.
Causas de la adicción a las redes sociales en adolescentes
Entender las causas del problema que analizamos es fundamental para abordar este problema de manera efectiva.
- En primer lugar, la facilidad de acceso a estas plataformas contribuye significativamente a su uso excesivo. Las redes sociales son una parte intrínseca de la vida diaria de los adolescentes, sirviendo como un medio de conexión con sus amigos y compañeros. Si bien, es normal que deseen pasar tiempo en estos espacios virtuales, es crucial enseñarles a hacerlo con moderación, como se espera en otros aspectos de la vida.
- Otra causa evidente es la búsqueda de reconocimiento y la necesidad de alimentar el ego. De hecho, las redes sociales ofrecen un escenario masivo donde los jóvenes pueden ser vistos, apreciados y sentirse importantes. Para aquellos que todavía están en proceso de maduración, esta validación puede convertirse en una necesidad apremiante que termina en adicción a las redes sociales.
- Este deseo de reconocimiento a menudo está vinculado a la falta de valorarse a sí mismos. A menudo, los adolescentes pueden sentir la presión de crear una imagen virtual que difiere de su realidad, generando un personaje en línea que busca ser popular y querido por sus pares. Superar este paso puede ser especialmente desafiante, ya que renunciar a esa imagen construida puede implicar enfrentar la realidad que intentaron evitar.
- Finalmente, no podemos pasar por alto el papel que las redes sociales juegan como vía de escape para los jóvenes que enfrentan ansiedad, depresión o dificultades personales o familiares. Estas plataformas ofrecen un refugio donde pueden desconectarse momentáneamente de sus realidades, buscando consuelo en un entorno virtual. Lo no virtual les agobia. En el offline sienten demasiada inseguridad y no logran conectar para poder compartir cosas más íntimas.
Consecuencias de la adicción a las redes sociales en adolescentes
Ciertamente, el trastorno que nos ocupa puede pasar desapercibido en su manifestación física, pero no debemos subestimar las consecuencias psicológicas que acarrea. Detectar a tiempo estos síntomas nos permite abordar de manera efectiva dicho problema, cuyas repercusiones van más allá de la pantalla.
- Uno de los efectos más notorios en el adicto a las RRSS es el aislamiento social y familiar, que experimentan los jóvenes afectados. Concentrados a tope en la pantalla de sus dispositivos, desconectan de su entorno cercano, mostrando desinterés por las actividades fuera del ámbito digital. Desde luego, tal aislamiento enmascara una severa adicción a las redes sociales, evidenciada por el aumento en el tiempo dedicado a estas plataformas. Al confrontarlos con otras actividades, como pasear en familia o participar en juegos de mesa, pueden experimentar un claro síndrome de abstinencia.
- Según las plataformas a las que más tiempo se les dedique, la adicción puede ir acompañada de cuadros de depresión y problemas de ansiedad. La falta de reconocimiento en forma de comentarios o «likes» puede desencadenar malestar emocional, llevando al joven a buscar a como dé lugar la atención que anhela para sentirse «popular».
- A nivel más sutil pero igualmente preocupante, la adicción a las redes sociales puede potenciar la impulsividad de los adolescentes. Desafíos virales y peligrosos en plataformas como TikTok son ejemplos de conductas riesgosas impulsadas por la búsqueda de validación en línea. Incidentes graves, e incluso fatales, han ocurrido mientras los jóvenes intentan capturar el selfie perfecto o realizar videos en sitios peligrosos.
Otras consecuencias preocupantes
Aun cuando las consecuencias psicológicas son evidentes, la adicción a las redes sociales también impacta negativamente en la salud física. Al respecto, el cambio hacia un estilo de vida más sedentario es uno de los resultados más claros. Pasar más tiempo frente a la pantalla reduce considerablemente la actividad física. Por ejemplo, para continuar enganchado, en lugar de caminar o usar la bici, el adolescente prefiere usar el transporte público. Lamentablemente, más chicos/as prefieren sumergirse en las RRSS que practicar deportes, ejercicios físicos o actividades como la danza.
Además, no podemos ignorar las consecuencias visuales que el uso prolongado de pantallas está generando en los adolescentes. Problemas oculares, cefaleas y migrañas son cada vez más comunes, afectando directamente su bienestar físico.
¿Cómo solucionar esta adicción en adolescentes?
Ahora que comprendemos las consecuencias, es crucial explorar estrategias para abordar la adicción a las redes sociales en adolescentes. Aquí comparto algunas sugerencias prácticas que puedes aplicar para ayudar a tus hijos a encontrar un equilibrio saludable en el uso de la tecnología:
- Establece límites y normas de uso. Insisto en lo de abstenerte de comprar móviles para tus hijos antes de los 13 años. Lo hayas hecho o no, definir horarios y condiciones para el uso de estos dispositivos es esencial. Asigna tiempo específico para la exposición a las redes sociales, garantizando que se cumplan otras responsabilidades, como el estudio y las tareas domésticas.
- Sé un modelo a seguir. En efecto, los padres debemos ser ejemplos de los límites de uso. Demostrar un comportamiento equilibrado con la tecnología envía un mensaje positivo a los adolescentes.
- Evita el uso del móvil como refuerzo de premio o castigo. Su uso debe centrarse en la educación, el entretenimiento y la comunicación efectiva, no como un refuerzo de comportamientos.
- Restringir el uso en momentos específicos. Sin duda, debes acordar con tus hijos no usar el móvil en la cama, durante actividades familiares consensuadas o en eventos planificados con familiares y amigos.
- Pon en claro las consecuencias que derivarán del no cumplimiento de las condiciones acordadas y cúmplelas en tal caso, con serenidad. Para ello, no necesitas reñir ni formar escándalos innecesarios.
- Promueve actividades de ocio saludable. Anima a tus hijos a hacer actividades y rutinas que impliquen actividad física, interacción social y gratificación. Establece horarios y espacios específicos para romper los hábitos establecidos en el uso de la tecnología.
- Fomenta la comunicación y la expresión emocional. Crea un ambiente familiar donde los adolescentes se sientan cómodos compartiendo sus experiencias y emociones. Estimula la creatividad y enseña mecanismos de regulación emocional.
¿No puedes gestionar la adicción a las redes sociales de tus hijos?
Al implementar estas estrategias con paciencia y comprensión, podemos ayudar a los adolescentes a desarrollar una relación saludable con las redes sociales. Y lo que es mejor: logramos fomentar un equilibrio entre el mundo digital y el mundo real.
Por el contrario, si la situación se torna problemática y las reacciones son difíciles de controlar, no dudes en buscar ayuda profesional. La intervención temprana puede marcar la diferencia en el camino hacia la recuperación. En ese caso, puedo ayudarte. Soy Merche Cimas, psicóloga clínica con especialidad en terapia cognitiva conductual y terapia breve estratégica infanto-juvenil.
Durante más de 15 años de experiencia tratando a niños y adolescentes he logrado establecer estrategias para gestionar diversos problemas y trastornos. Entre otros, la adicción a las redes sociales, a la tecnología en general y hasta a la droga y el alcohol. En un máximo de seis sesiones podrás ver la diferencia en el comportamiento y actitudes de tu hijo/a. Y si él o ella no quiere venir a la consulta, no importa, porque aplico la terapia indirecta con resultados garantizados. ¡Contáctame para programar sesiones presenciales, en Palma de Mallorca, o por vídeollamada!